«SI TENGO QUE DECIR DE UNA VEZ LO QUE SIENTO». FRANCISCO CASCALES, CENSOR DE GÓNGORA
Résumé
Entre la nebulosa de discursos y opúsculos de la controversia gongorina, destacan por su notoriedad tres cartas relacionadas entre sí: la primera, redactada por el profesor de Gramática Francisco Cascales y dirigida a Luis Tribaldos de Toledo, es una acre censura jocoseria 1 del Polifemo y de las Soledades; la segunda, de Francisco del Villar, dirigida a fray Juan Ortiz, pero destinada en realidad al autor de la censura, defiende con calor dichos poemas; en la tercera, Cascales contesta a Villar reafirmándose en su postura censoria 2. Nada es tan claro como parece en estos textos que denuncian con tanta alacridad la oscuridad poética; entre los enigmas de esta pequeña correspondencia, se cuentan la fecha de composición, el silencio de dos de los destinatarios explícitos (Tribaldos y Ortiz), las razones de la iniciativa del profesor murciano al criticar tan ásperamente a Góngora, vivo todavía, famoso e introducido en la corte, a quien no conocía, y que no lo había
provocado en modo alguno.